El Mes de Concientización sobre las Pruebas de Detección a Recién Nacidos es una oportunidad para destacar la importancia de las pruebas tempranas.
Todos los bebés nacidos en Texas se someten a dos análisis de sangre para detectar trastornos: uno entre las 24 y 48 horas después de nacer, y un segundo análisis cuando el bebé tiene entre una y dos semanas. Los recién nacidos también reciben pruebas de detección de la audición y para cardiopatías congénitas críticas. A más de 1,000 de los aproximadamente 400,000 bebés que nacen cada año en Texas se les diagnostica una de las 55 afecciones evaluadas.
La detección temprana de estos trastornos y el inicio de su tratamiento pueden ayudar a prevenir complicaciones graves, como retrasos en el desarrollo, enfermedades o incluso la muerte.
El Programa de Pruebas de Detección a Recién Nacidos de Texas sigue el Panel de pruebas de detección uniforme recomendado (en inglés) a nivel federal a la hora de determinar para qué afecciones hacer las pruebas de detección.
El laboratorio del Departamento Estatal de Servicios de Salud (DSHS) recibe un promedio de unas 2,500 muestras al día y realiza las pruebas seis días a la semana, de lunes a sábado.
“Nuestro equipo de personal dedicado se esfuerza mucho por los bebés de Texas”, dijo Omar Ordonez, supervisor de hemoglobinopatías del DSHS.
Si el resultado de la prueba es anormal, el personal de coordinación de la atención clínica para pruebas de detección a recién nacidos trabaja con las familias para ayudar a asegurar que el bebé reciba pruebas y tratamiento adicionales.
Para más información, visite el sitio web del Programa de Pruebas de Detección a Recién Nacidos del DSHS.